En el marco del proyecto “Quinoa contra el cambio climático y la malnutrición en regiones rurales de Marruecos”, se realizará la visita de una delegación de dos investigadoras marroquíes, la doctora Ouafae Benlhabib responsable del Proyecto Quinoa por Marruecos, y la ingeniera agrónoma Asmaa Allaoui, ambas investigadoras del Institutito de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Hassan II.
Los investigadores Argentinos pertenecientes a la Fundación Miguel Lillo y al INTA Famaillá han sumado sus esfuerzos para desarrollar este prometedor cultivo en la región, con ensayos en Amaicha del Valle y Leales.
El proyecto, iniciado en 2019, busca promover el cultivo de la quinoa para favorecer la economias locales de pequeños y medianos productores mediante el estudio y aplicación de un conjunto de recomendaciones técnicas desarrolladas por los investigadores argentinos y marroquíes, teniendo en cuenta los desafíos de cada región. Las regiones rurales de Marruecos enfrentan serios desafíos de seguridad alimentaria debido al cambio climático y la desertificación de las tierras. En este contexto, la quinoa se presenta como un excelente cultivo alternativo o complementario. Se seleccionó esta especie por su excelente valor nutricional y comercial y por ser un cultivo con gran cantidad de variedades capaces de ser cultivadas en diversos ambientes, de llanura y alta montaña, bajo condiciones poco favorables, como suelos empobrecidos, salinizados y marginales.
Las investigadoras llegarán a Tucumán el lunes; en el microcine de la Fundación Lillo brindarán el seminario “El cultivo de quinoa en Marruecos: avances del proyecto FO.AR” y luego realizarán una serie de visitas programadas a diferentes cultivos experimentales de quinoa en Tucumán, Catamarca y San Juan, donde podrán compartir con investigadores y productores locales las experiencias de cultivo y degustaciones gastronómicas.
Cabe destacar que la Fundación Miguel Lillo inició sus estudios en Quinoa en 1988 por iniciativa del Dr. Juan Antonio González, quien promovió el estudio de esta interesante especie y que en 2013 comenzó a trabajar de forma conjunta con el Dr. Luis Erazzú, investigador de INTA Famaillaá y coordinador del Programa Nacional de Cultivos Industriales. A esta propuesta se fueron sumando investigadores como la ingeniera Luciana Martínez Calcina y Sebastián E. Buedo, con la colaboración de especialistas en otras temáticas como Ma. Inés Mercado (anatomía vegetal), Mariana Valoy, Mariano Ordano (interacciones plantas insecto) y Emilio Lizárraga (bioquímica).